El nacimiento de Carlos: un parto, dos versiones

Hoy es el cumpleaños de Carlos: 5 años. Uno de los momentos más felices de mi vida. Supongo que su padre opina y coincide conmigo en esto.

Así que le he invitado a que participe en este post conmigo, contando su versión.  Nunca he narrado el nacimiento de Carlos, pero este es el momento, después de un lustro aquí tenéis un parto, dos versiones (la de mamá y la de papá)

Os invito a leer nuestra experiencia más abajo.

28 de  junio

10:00 h

  • Mamá:  Semana 41 y aún sin señales de dar a luz, en revisión y el ginecólogo me ingresa desde la consulta, por tener  “las aguas sucias” o líquido amniótico sucio ( después resultó que no). Yo feliz de estar  ya en el hospital. Llamamos a todos el mundo porque nos quedábamos.
  • Papá: Otra visita a “monitores”, con los nervios de que de un momento a otro tendría que ponerse de parto, aunque la verdad, ya habíamos ido otras veces y siempre nos mandaban para casa. Esta vez no, el momento se aproxima.


18:00 h

  • Mamá: Esa tarde ya empecé con algunos dolores, me llevaron al paritorio  y me dijeron que estaba de 3 cm . Así que  pensé, esto es inminente. Toca  esperar, porque no tenía contracciones en monitores, de vuelta a la habitación, aún así yo seguía con dolorcillos.
  • Papá: Empezamos con los paseos de control a monitores. A esperar fuera con la incertidumbre de si empieza el parto, y viendo como otros padres sí van viendo nacer a sus retoños. Tras la media de hora de rigor, de vuelta a la habitación y sin novedad.


21:00 h

  • Mamá: Me empecé a controlar las contracciones y las tenía cada 5 minutos, me llevaron de nuevo a revisión a Paritorio, me colocaron el monitor y aquello no pintaba nada, ni una contracción, no entendía lo que pasaba, porque a mi me dolían un montón los riñones, en fin , para la habitación.
  • Papá: Otro paseo, la espera rutinaria y… de vuelta a la habitación.


23:00 h

  • Mamá: No quiero ser floja pero esto duele un montonazo, le digo que llame a la enfermera que me lleven de nuevo a paritorio. Después de estar una hora con los monitores, no sale nada, no tengo contracciones, vamos que me quejo porque soy una quejica, primeriza que no tengo aguante ninguno. Nadie me hace un tacto vaginal, se fían de lo monitores, nadie me toca la barriga para ver si esta dura. Me ponen un Droal  y un Haloperidol para que no moleste y no me queje de noche. Para la habitación.
  • Papá: Volvemos a ir a monitores al paritorio. Algunos padres que estaban en visitas anteriores esperando, ya están con cara de felicidad tras el nacimiento de sus hijos. Nosotros, tras bastante tiempo de espera, de nuevo, falsa alarma. De vuelta a la habitación. Qué aburrida es la sala de espera de paritorio, salvo por las conversaciones de los familiares. Yo estaba solo, total no estábamos de parto todavía.


29 de junio

03:00 h

  • Mamá: Bueno si os cuento esto, alucináis, no sé por qué en esos momentos se te nubla la mente, metida en el baño sentada sin poder parar,  malísima, pero mala, paseando por la habitación con muchísimos dolores,  le digo a Antonio que por favor avise, sin chillar pero llorando de impotencia. Me llevan de nuevo a paritorio, después de una hora de monitores aguantado las contracciones que tenía cada… bueno no recuerdo pero eran super seguidas, sola, solita, sin nadie, me vuelven a decir que no estoy de parto, que no detecta nada el monitor, y le digo :  Esto es una broma o que… pero no me ves… como estoy, no me quejo por gusto, ni haloperidol, ni nada. A la matrona se le ocurre entonces hacerme un tacto y me dice:  Tengo una buena noticia,  vas a tener a tu bebe ahora mismo, dilatada de 1o cm,  voy a llamar a tu marido, porque vas a dar a luz ya mismo, no podemos esperar ni un minuto más. Ufff sonreí, pero me dieron ganas de pegarla un guantazo por inepta, por no creerme y la tenía que haber denunciado. Salió a buscar a Antonio.
  • Papá: Tras intentar consolar a Inés con los dolores que no la dejaban parar, paseando por la habitación, y repitiendo el mantra de que no estaba de parto, que no tenía que ser floja, iba pasando la noche. Tras un rato en el baño y viendo que manchaba fui a avisar para que la llevaran a paritorio. A todo esto la planta en silencio, y la enfermera… durmiendo imagino, porque no respondía nadie en el mostrador. Llamé directamente al paritorio, y entonces vinieron a buscarla. De nuevo en la sala de espera del paritorio, esperando solo, esta vez no había ni familiares, porque la chica que estaba dando a luz estaba con su pareja dentro.


04:00 h

  • Mamá: Rápidamente entra Antonio, mi pobre estaba asustado, encima ayuda a la matrona como si fuera un auxiliar, le abre las gasas, le ayuda en lo que puede, me dice  No empujes aún, que tiene la cabeza ahí ya (alucinante, y no estaba de parto) en fin, no me enrollo en el proceso, porque esto es ya lo normal pero muy acelerado, gotero, ni hora corta ni nada, fueron 20 minutos entre una cosa y otra.
  • Papá: Salen a buscarme porque mi mujer está a punto de dar a luz. Me encuentro a Inés en la cama en posición de dar a luz y creedme si os digo que se veían los pelos de la cabeza de Carlos. Vamos que si nos descuidamos da a luz en el baño de la habitación del hospital. Ayudo a la matrona en lo que de dice e intento tranquilizar a la madre. Tenemos que esperar un poco hasta que esté listo el paritorio.


04:20 h

  • Mamá: Nace Carlos, mi hijo el más bonito del mundo, con el culito más bonito que había visto, solo le vi el culito 🙂  y se me quitó todo el dolor, todo el sufrimiento de esa noche, todo mereció la pena, por tenerle tan grande ( 4.250 gr ), tan guapo, conmigo.
  • Papá: Casi sin sufrimiento, después de lo pasado en el previo, y en prácticamente dos empujones salía Carlos, como un toro. No olvidaré nunca la primera frase de su madre al verlo: ¡Qué bonito, que culito más bonito tiene! Mezcla del nerviosismo del momento y de que efectivamente lo  colocaron de espalda a su madre. Siempre pensé que no me atrevería a ver nacer a mi hijo, por la aprensión que produce ese momento, pero no sólo disfruté del momento, sino que cuando lo vi nacer me emocioné como un bebé. Hasta que no se vive una situación así, no sabes como vas a reaccionar, y yo me emocioné. Fue un momento de alegría y de alivio al comprobar que estaba bien.


NOTA ACLARATORIA: Los monitores del hospital funcionaban perfectamente. El problema estaba en que mis contracciones eran sólo lumbares no abdominales, de manera que era muy improbable que las máquinas detectasen algo, aunque yo sentía el dolor intensamente. Así que mi recomendación es que, aunque parezca desagradable, mejor un tacto a tiempo cuando los dolores sean fuertes si los monitores no muestran nada.

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10 comentarios

  1. FELICIDADESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS¡¡¡¡¡¡ Y pasarlo bien, jejeej¡¡¡

    muchos besooosss..

  2. Jolín Inés nunca me habías contao esta historia!!! q dolor solo de imaginarte.
    Dale un besazo a Carlitos de mi parte!!

  3. jolines estoy llorando de emoción ..

    que impotencia…que mal lo debiste pasar ..

    felicidades carlos tienes unos papás estupendos !!

  4. Lo pasé mal porque no me creian, se pensaban que era una floja, y de floja tengo poco, en fin, luego se olvida todo y repites 🙂 creo que mis hijos es lo mejor que he hecho en la vida.

  5. 🙂 gracias Cristina , que pronto ire para el pueblo a pasarlo bien, con la cuadrilla.

  6. Este año no nos perdemos el cumple de las tuyas, asi que apunta a 3 a la fiesta 🙂

  7. Uff, me he emocionado y me ha dado, en parte, mucha pena, porque me pongo en tu piel y debiste pasarlo muy mal pobrecita. Aunque aún no he sido madre, he estado tres días en paritorio acompañando a las madres, dándole ánimos y viendo su cara de dolor y sufrimiento, también la de los padres, que los pobres no saben qué hacer, cómo ayudar… son momentos muy intensos. Finalmente todo suele salir bien, pero me pasé tres días a tope, llorando, empujando, respirando… Ainssssssssss qué campeona eres. Un besazo y felicidades a Carlos 🙂

  8. Ayss, vaya relato!! Esto sí que es todo un recuerdo para Carlos y una gran experiencia para una cercana parturienta… te aseguro que tomo nota de eso… porque nunca se sabe, así que me quedo con eso de que “mejor un tacto a tiempo, que 10 cm sin ser detectados”… pero qué valiente fuiste! Guapa!

  9. Te entiendo perfectamente…Yo también padecí dolores inmensos alojada en la habitación de un hospital durante 48 horas. Los monitores no los detectaban, hasta que muerta del dolor en el baño, una enfermera decició bajarme al paritorio. Estaba de más de 4cm…Casi no llego a la epidural..Luego llego mi Ángel..

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