El oído selectivo de las madres

oidoLas madres poseemos un oído selectivo, es decir inconsciente seleccionamos aquellos ruidos o mensajes que nos interesan o no nos interesa, muy listas que somos. Y es un don que surge en cuanto nos dan el título oficial de madre.

Os pongo algunos ejemplos:

  1. Activado con el  llanto del bebé. Son las 4 de la madrugada y el bebé llora, quizás este es el ejemplo más claro de este don, al tener el oído selectivo, puede que no escuches el ronquido de tu pareja, pero sin duda escucharás a tu bebé llorar.
  2. Activado si se oye algún ruido sospechoso, da igual la hora que sea o si estás dormida profundamente, si hay un ruido “sospechoso” las mamis saltamos rápido.
  3. Activado en cuanto dejamos de oír a los peques, igual que el ruido nos activa el silencio sospechoso también, ¿qué estarán haciendo?
  4. Activado con cualquier tos, ¡achís! o quejido de los peques, en ese momento se pone ON, y  la “mano termómetro” que también es automática toca la cabeza del niño. ¿Tendrá fiebre?
  5. Desactivado si nos piden chuches, gusanitos, patatas fritas, etc,  como si fuera magia inconscientemente dejas de oír sus súplicas. Ni caso (sin querer claro).
  6. Desactivado si en un centro comercial, se les antoja algo, mami cómprame… dejas de oír al instante, es más dejas de ver, es que ni los miro y tiro hacia delante con mucha prisa.
  7. Desactivado cuando no les gusta algo de comer, en mi caso es pocas veces, pero en ese momento entra el bucle de repetición, “comételo todo, comételo todo”.
  8. Desactivado con frases que llevan el verbo querer (sinónimo de antojo):  ” quiero esto, no quiero esto”  con una excepción cuando te dicen “te quiero” que en ese momento el oído selectivo se activa, junto con los músculos de la boca para sonreír.

 

¿A que tengo razón?

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5 comentarios

  1. Feliz Día para ti también, me he dado una vuelta por tu blog, muy buena pinta, yo aprendo todos los días de los mios
    Un saludo

  2. Nena, yo pico con lo de las chcuhes, quejas y comidas… tengo un fallo terrible y es que, al menos durante cinco minutos, trato de razonar. Ya sé que no debería, que lo suyo sería aplicar la técnica supernani, pero me pueden, me la juegan, siempre. Un beso nada selectivo, muy apretado

  3. Es uno de los famosos superpoderes que te inyectan en el paritorio. Junto con el ojo de lince para controlar al peque en el parque y la mano que se alarga para sujetarle si hace falta

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